Las ciudades inteligentes hacen uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y la analítica avanzada de datos para mejorar y estimular la formación de un gobierno eficiente, el cual incluya procesos de planificación colaborativa y participación ciudadana, logrando fomentar un desarrollo integrado, sostenible e innovador que mejore la calidad de vida de la sociedad en su conjunto.
Una ciudad inteligente debe tener una comprensión propia de sí misma que le permita identificar las iniciativas que debe adelantar, dentro de su propia realidad, con el fin de lograr sus objetivos. Esta comprensión se logra a través del análisis mismo de los datos y la información de la misma ciudad. Entonces, la base de la ciudad inteligente es la generación de datos de valor que se convierten en información (veraz, oportuna y confiable), la cual, luego de ser recolectada y analizada, a través de servicios de interoperabilidad que permiten el intercambio y la compartición de datos entre las múltiples fuentes. Esta información es utilizada en los procesos de toma de decisiones, por medio de Big Data y análisis de datos y en la generación de servicios que dotan a las ciudades de la capacidad de entender, comprender y resolver sus problemas. y desarrollar políticas públicas para la toma apropiada de decisiones promoviendo el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes.